martes, 1 de enero de 2013

Y esto es muy gracioso. Hace un año atrás estaba casi en esta misma fecha con los nervios de punta con mi cabeza a mil por horas, con millones y millones de pensamientos.
Así, uno tras de otro. Todos con preguntas que ni siquiera mis viejos me podían responder.


Ahora, que son las 2:30 a.m estoy aquí tecleando los sucesos que hacen peso en mi mente. Con las páginas abiertas del demre y una que supuestamente filtró los resultados. Tranquila.

Pero, poniéndome más un poco más fome...

Llegó el nuevo año, y con él... tantas preguntas. Sí, más.
La terapia quedó en "veremos" por asuntos varios, y aunque eso me haya molestado un poco, me siento algo adormecida y triste -pero tranquila-.
Triste, porque la verdad siento como si alguien me hubiese empujado a la piscina con ropa, y yo, sin siquiera percatarme de que había alguien a mis espaldas, caí bruscamente contra el agua, entrándome hasta por los oídos.
Así de abrumada.
No diré que "siempre me sucede esto", porque no es verdad. Lo que sí es cierto, es el hecho de que las personas que me rodean, se frustran mucho. Y quienes me aguantan, al parecer, son lo que me han querido al 100% como soy, sin si quiera juzgar ni mandarme a la mierda porque sí.

Creo que soy una especie de invasora, o piedrilla debajo del pie, esa, que está dentro del zapato.
Y no, no piensen, chiquillos (como si me fuesen a leer más de uno), que me lanzo al suelo, y agonizo, sufro, o me atormento.
Sólo, he pasado en estas últimas semanas sucesos tan extraños, dentro de casa, fuera de casa, y cómo no... por estos lares que es la internete. Que me tienen así, espirituá y resentida -un poco, nada- con mi entorno social.

Primero, está lo que es futuro.
Yep, futuro incierto para mí, porque me siento tan perdida. Es como si mi cabecita haya tenido la sorprendente capacidad de crear su propio triángulo de las bermudas. Mi mente hizo <<BOOM!>>, y yo quedé con care'hueona.
Asustada a morir, sin entender mucho mis sentimientos hacia lo que mi personita quería.
Pero, ahora entre tanta cosa que he tenido que afrontar... ya estoy más firme.

Segundo, era mi autoestima y el amor propio, valoraciones, más un sin fin de otras moralidades que estaba tratando de evitar a toda costa desde que su servidora quedó media confundida a los 16 años tras entender muchas cosas bonitas.
Creo que ser una lesbiana con problemas de autoestima, que no es para nada rebelde y que trata a través de sus medios hacer lo posible para llevar una vida plena, con un padre cuyo trabajo tiende a relacionarse de forma directa con la moral... Agota lo que es... tu salud mental.
Además de reprimirlo todo y actuar very nartural, te pasa la cuenta, saliendo súper carito todo.

Pero, creo ser una mujer de valentía, porque al menos pude decirle a la  cara a mi mamá. A pesar de que las cosas no hayan sido como hubiese querido, pero al menos, está al tanto. Sólo queda, dada*.


Tercero y último, mis relaciones afectivas.
Aquí surge el síndrome de montaña rusa. Maldita sensación y cambios de facetas.
No me quejo, agradezco a muchas personas que me escucharon y reiterando el tema anterior, aguantaron.
Porque, srsly*, es terriblemente fome tratar conmigo, debe ser desesperante y aburridor. Soy penca.

Quizá, haya gente de las cuales le dediqué más de mi tiempo que a otras, que consideren que sólo fue un año más, sin cambios ni nada. Pero, para mí fue demasiado onírico. Jamás creí volver a hablar, ni conocer gente bacán. Gente que realmente tiene una gran parte de mi cariño...

Quien esté leyendo esto, y me conoce un poco que sea, sabe lo dedicada que soy, y lo entregada que llego hacer. Hay algunos que se incomodan, porque sé que quizá su naturaleza no sea igual a la mía. Pero soy tan feliz, cuando la gente que adoro lo es.
En este punto, donde recordarlo hace que unas tontas lágrimas se asomen, siento que a veces olvidan los momentos gratos, o quizá las palabras que se dijeron. A veces, solemos pasar a llevar de forma tan fea, que ni nos damos cuenta.
Ante este último tiempo, debo admitir que me siento como una tonta, porque creo haber entregado cosas que debí haber pensado mejor. Pero no me arrepiento, porque son cosas que en su momento me llenaron de dicha. Me hicieron sonreír ampliamante.
Sólo espero, que hayan valorado. Aunque puedo darlo por hecho.
Estoy segura que podría ir corriendo si cualquiera de ellos me lo piden. En serio.

No puedo ser de piedra, y egoísta. Ya lo intenté.

Creo que nadie sabe, ni entenderá, que cuando les digo que los amo, estoy entregando fragmentos de mi "corazón". Pero no lo sé, no lo sé. ¿Está mal?
¿Qué le sucede al mundo?
Siento que nadie quiere amar, que nadie se quiere comprometer. No lo digo, porque quiera algo así, ahora, en mi vida. Sin embargo, con mi forma de ser... creo que las personas tienden a creer que las quiero amarrar a mi. Se asustan.
Oye, no me quiero casar, no quiero que me devuelvan la mano, no quiero que sean los padrinos de mis hijos. No.
Carpe diem, cabros, dejen de preguntarse tanto lo que busco de ustedes.
 No quiero nada, sean sinceros, y ya.
Es como si viviese con témpanos, muchos, muuuchos témpanos.
¿Saben?
Da tristeza ver como se cierran. Mundo tonto, gente tonta, país tonto.
Javiera tonta, deberías cerrar tu boca.

No importa, ya habrá gente, que me entenderá, y que no me diga lo contrario ante lo que soy.

Yo sólo sé que los quiero, y me subo a la montaña rusa cuantas veces la vida me lo permita.
Sean témpanos, sean brazas, sean dulces besos en la frente.  Los querré igual.
¡Tantas decepciones! tanto dolor dentro de mí, un vacío putrefacto, soledad.
Y que fuerte he sido.

Me he levantado sola, siempre me levanto, salgo adelante con la cabeza en alto.
Aunque me esté muriendo de pena.

Soy feliz, y aquello no depende de nadie, no depende de mi casa. Depende de mi.
A pesar de todo, aunque piensen que esté mintiendo.
Voy a alzarme, de verdad.

Sea como sea.
A las doce de la noche di mi último suspiro y lloré en brazos de mi mamá.
"Tire pa'delante no más mi niñita, todo va estar bien".

La silueta del contraste de la luz que se reflejaba en el espejo de la pieza de mis tíos, mostraba a una niña demasiado herida, pero que sigue con la armadura puesta.
Soy fuerte.
Lo seré siempre.
A pesar de lo que el resto pueda pensar.
Ya di mucho, di todo lo que pude a quienes más se lo merecían.
Ahora, iré con todo.